Técnica de integración Neuroestructural (T.I.N.)

Se utiliza para la eliminación de compensaciones musculares y equilibrio muscular. Produce un cambio muy efectivo en el esquema corporal

   La estructura gobierna la función. El objetivo fundamental de la Técnica de Integración Neuroestructural es eliminar el dolor y las condiciones fisiológicas y psicológicas disfuncionales, restaurando la integridad estructural del cuerpo.

   La T.I.N. emplea una serie de movimientos muy suaves pero específicos que se llevan  a cabo de una manera predeterminada y sistemática.

   Inicialmente,el cuerpo reacciona a estos estímulos relajándose extremadamente. Esta relajación, crea un cambio contextual temporal en el estado estructural, proporcionando una ventana de oportunidades para que varios reflejos espinales, somáticos, craneales y autónomos se activen, provocando un reajuste completo de todo el cuerpo.

   Durante este proceso de reajuste, el cuerpo intenta volver a su posición estructural óptima en el contexto determinado por el “estado de de salud” individual del receptor, y al hacerlo, pone en funcionamiento flujos de energía correctiva muy poderosos que tienen un efecto terapéutico extremadamente beneficioso para el cuerpo y la mente.

   En consecuencia, se estimula el sistema linfático, aumenta el flujo sanguíneo de las venas y de las arterias, y se activa todo el sistema de tejidos conectivos. Además de este reajuste corporal que tiene lugar, los flujos de energía correctiva pueden dirigirse a áreas específicas del cuerpo donde exista dolor o una disfunción.

   La T.I.N. es una técnica muy potente y completa que tiene una gran reputación por producir resultados consistentes donde a menudo, otras técnicas han fracasado. Los que son tratados con esta técnica describen los resultados como asombrosos y milagrosos.

   Como ejemplo, entre un 80 y un 85% de todas las disfunciones estructurales se resuelven en dos o tres sesiones.